La década de 1880 marcó un punto de inflexión en el desarrollo del arte, cuando surgió una ola de nuevos movimientos y estilos en respuesta al mundo cambiante. Este período vio el surgimiento del impresionismo, el simbolismo y el Art Nouveau, entre otros movimientos, los cuales tuvieron un profundo impacto en el mundo del arte y más allá.
El impresionismo, quizás el movimiento más conocido de la época, surgió en Francia en la década de 1870 y alcanzó su apogeo en la década de 1880. Liderado por artistas como Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas, el impresionismo rechazó las convenciones académicas de la época y, en cambio, se centró en capturar las sensaciones fugaces de luz y color en el mundo natural. Esto se logró mediante pinceladas sueltas, colores brillantes y un enfoque en capturar las impresiones momentáneas de una escena.
El simbolismo, otro movimiento importante de la época, surgió en respuesta a la creciente industrialización y materialismo del mundo. Artistas como Gustave Moreau, Odilon Redon y Ferdinand Hodler buscaron transmitir emociones e ideas complejas mediante el uso de imágenes simbólicas, a menudo extraídas de la mitología o el ocultismo. El resultado fue un estilo de arte muy personal y a menudo enigmático que desafió las nociones tradicionales de representación y significado.
El Art Nouveau, un movimiento que comenzó a finales de la década de 1880 y continuó hasta principios de 1900, se caracterizó por su estilo decorativo y ornamental. Artistas como Alphonse Mucha, Hector Guimard y Antoni Gaudí abrazaron las formas orgánicas de la naturaleza y las incorporaron a sus diseños, creando obras que eran a la vez funcionales y estéticamente agradables. El Art Nouveau tuvo un impacto significativo en el diseño de todo, desde muebles hasta edificios, y su influencia aún se puede ver hoy.
La década de 1880 también fue una época de grandes cambios en el mundo del arte más allá de Europa. En Japón, la tradición ukiyo-e de la impresión en madera estaba prosperando, y artistas como Katsushika Hokusai y Utagawa Hiroshige estaban produciendo obras que inspirarían a los artistas occidentales en las próximas décadas. En los Estados Unidos, la Escuela de pintura de paisajes del río Hudson estaba en su apogeo y artistas como Thomas Cole y Frederic Edwin Church creaban obras que celebraban la belleza y la grandeza del paisaje estadounidense.
En general, el desarrollo del arte en la década de 1880 estuvo marcado por un sentido de experimentación e innovación, ya que los artistas buscaban capturar el mundo cambiante que los rodeaba de maneras nuevas y emocionantes. Los movimientos y estilos resultantes continuarían dando forma al mundo del arte durante las próximas décadas, y su influencia todavía puede verse hoy en el trabajo de artistas contemporáneos de todo el mundo.
